Los estados de Chiapas y Yucatán, en México y Chimaltenango, en Guatemala, son hogar de pueblos indígenas mayas que viven en aldeas pequeñas y muy dispersas, con acceso limitado a servicios de salud. En muchas de estas localidades, entre un 80% y 90% de los partos tiene lugar en los domicilios de las mujeres, ya que prefieren atenderse en su entorno familiar, con parteras tradicionales de sus comunidades, en su idioma y de acuerdo a sus creencias y culturas. Por distintos factores relacionados con carencias de salud y nutrición, falta de recursos económicos, discriminación étnica y desigualdad de género, y numerosas barreras a la atención, incluida la falta de servicios obstétricos de emergencia de fácil acceso, la denegación de servicios, los diagnósticos erróneos, entre otras, las mujeres indígenas tienen entre 2 y 3 veces más posibilidades de morir en un parto que las mujeres no indígenas.

Desde 2004, GPA ha trabajado con cientos de parteras tradicionales indígenas cuyos conocimientos ancestrales se han transmitido de generación en generación. Brindamos talleres que enriquecen las prácticas de las parteras, al tiempo que hacemos posible el intercambio de conocimientos que fortalecen sus habilidades. También acompañamos a las parteras en su lucha por la defensa de la partería y por políticas y servicios de salud mejorados y respetuosos para sí mismas y para las mujeres y las comunidades a las que sirven.

Lea más acerca de este Programa y del impacto que tiene en las comunidades.